Errores más comunes que se cometen con la “prima”

Se acerca el pago que muchas de las empresas hacen a sus empleados cada seis meses y que se convierte en un alivio financiero. Pero no cante victoria, hay sencillas formas en las que ese dinero puede esfumarse sin que usted se dé cuenta.

Para quienes trabajan con un contrato directo con las empresas, junio y diciembre son los meses más esperados porque saben que reciben un dinero conocido como “la prima de servicios” que es una forma en la que la compañía “comparte” las utilidades obtenidas.

Las únicas personas que no gozan de este beneficio son quienes tienen un contrato por prestación de servicios ni los empleados de servicio doméstico. Recordemos que la prima de servicios se calcula basada en el salario mensual y en los días trabajados:

Prima de servicios = (Salario mensual) x días trabajados semestre /360

Entonces, si usted tiene un salario de $1’500.000 e ingresó a la empresa en febrero de este año (a junio lleva trabajando 5 meses o 150 días) el cálculo se haría de la siguiente forma:

Prima= 1’500.000 x 150 /360 = 625.000

Lo que hacen muchos…

Considerar que es un dinero que “fijo fijo” le va a llegar es un error muy común en la mayoría de colombianos. Aunque se trate de un tema legal, la mejor forma de pensar correctamente en la prima es como un “ingreso extra no esperado”, que pueda ayudarle en un momento difícil o convertirse en parte de sus ahorros.

Una de las claves de muchas personas que tienen buenas y sanas finanzas es que todo dinero extra se ignore y no se cuente dentro de presupuestos o pagos de deudas. Pero, por lo general, esto lo hacen pocas personas y es más común que se cometan errores como estos:

• Sacarla el mismo día que la pagan

Primero, por temas de seguridad. El pago se debe hacer a más tardar el último día del mes de junio o en los primeros días hasta el 20 de diciembre, según corresponda. Entonces, para este mes, los delincuentes suelen poner en práctica sus estrategias en cajeros y bancos entre el 20 y el 30, que son más comunes para la consignación de este dinero.

Así, procure no “dar papaya” ni ser demasiado evidente, no se sume a la cifra de los tantos colombianos que esperarán hasta 30 minutos en la fila de un cajero o un banco para retirar esta bonificación.

• Tenerla comprometida desde antes

Entre los tantos errores es pensar “no hay problema, eso lo pago con la prima que llega a mitad de año”. Error. Y muy grave. Es difícil predecir que en la empresa en la que usted está la situación sea siempre estable, por lo que siempre pueden ocurrir momentos que llevan a que, sin pensarlo, su compañía entre en quiebra, ¿y entonces, qué hará con su deuda?

Si bien no es lo común, también sucede porque las personas no hacen el cálculo correcto y creen que van a recibir más dinero del que en realidad les llega. Y, nuevamente, se quedan “cortos de dinero” y con una deuda que no tendrá cómo pagar.

Esto se suma al considerar que sea un dinero que siempre va a llegar a tiempo. No piense comprar objetos, viajes o adquirir nuevas deudas sin ya saber que ese dinero está consignado en su cuenta.

• Volverla efectivo de bolsillo

Si tuvo suerte y las suficientes precauciones de retirar el dinero, lo que le sucede a continuación es que entre algún gasto, un pago, una invitación y un viaje: se acabó. Tal como la reciba, déjela guardada, hasta que pueda llegar a algún lugar seguro y hacer un rápido cálculo (sólo necesita de una hoja de papel y un lápiz).

No vaya a usar ninguno de los billetes hasta que establezca: cuánto le pagaron originalmente y lo que va hacer con el dinero: pagar deudas, cancelar servicios, hacer mercado, etc. Recuerde que siempre es bueno, al menos, dejar el 10% de lo recibido para que vaya a sus ahorros.

• No ahorrar algo

Relacionado con lo anterior, es uno de los peores errores que puede cometer. Si se trata de un dinero extra, no tenerlo en cuenta para ya sino para el futuro, podrá aliviarle dolores de cabeza. Incluso, porque nunca se sabe en qué momento pueda entrar en una crisis económica y, entonces, recordará la necesidad de tener ese “colchón”.